Tuesday, June 20, 2006

Cuentos de camionetica. Cap. 4


Y tanto va el cantaro a la fuente hasta que un día se revienta...

Era una noche seca y fría, cuando hacía la interminable e insoportable fila/línea/cola para abordar los carritos que me llevarán a mi casita, y ahí estaba él, A. ( Leer: Batallas a pata ) y me hizo señas para que me acercara donde él estaba para que no tuviera que hacer la cola tan larga, es decir me dió la cola :D. Ahi estuvimos hablando un buen rato, como no llegaban autos por puesto, no dió tiempo de echarnos los cuentos de todo lo que habíamos hecho durante estos últimos meses, en los cuales no nos habíamos visto, ni por accidente, bueno así supe que ya casi no vivía donde siempre, que le habían robado el cel, que seguía soltero (y bonito, aunque no me gusta como llebaba el cabello), eventualmente pasada más de una hora llega un carrito y es por fin buestro turno de abordar la unidad, que particularmente, es muy oscura, tenía cortinas en las ventanas, de color vino tinto, y luces muy tenues. Nos sentamos yo del lado del pasillo, él del lado de la ventana, el viaje empezó bien, al rato de echar a andar apagan las luces, todo era muy oscuro, A. me indica que mire algo por la ventana, y para hacerlo debo pasar por encima de él, y aprovecha la oportunidad y me atrapa la cabeza con las manos y me besa, un beso profundo y que demostraba una sola cosa: pasión. De alguna manera usó su lengua para arrastrar la mía a su boca, fueron segundos muy intensos, y el miedo interno hizo que me separara, pero lo hice sonriendole, y por un momento pensé que me iba a reir a carcajadas porque cuando me dí cuenta ya tenía su mano dentro de mi pantalón y yo, que me había quitado la chaqueta antes de subir a la unidad, la usé para tapar mi regazo, él es u individuo pequeño, y de manos pequeñas, que cabían bien debajo de mi pantalón, pero como aún no se sentía cómodo, decidió abrir el botón del mismo, y sacó mi pene de su seguro resguardo y lo expuso al frio de la noche, pero eso no hizo mella en la erección que ya tenía, en realidad la situación era demasiado exitante, y él no dejaba de recorrer mi pene con su mano, por momentos le veia la cara, porque casi siempre miraba al frente para no levantar sospechas en nuestros vecinos, y en su cara veia el deseo de llevar mi pene a su boca, le vi un par de veces frenar las ganas de bajar su cabeza a mi regazo, coño, si lo hací creo que no habría podido contener un muy sonoro gemido, (eso ya me pasó, con una chica en un autobús viajando entre dos ciudades, la pena no fue normal, el gozo tampoco) pero no lo hizo, solo movió hábilmente su mano hasta que emepcé a sentir las descargas que anuncia la proximidad del orgasmo, en esos momentos quería ser experto en sexo tantrico y no acabar, pero no fué así, inundé su mano y mi bajo vientre, y A. continuó acariciandome el vientre y el pene esparciendo mi orgassmo por todo la zona, por unos minutos estuvo en eso, luego puso a paticacaliente Jr. en su funda y subió el cierre del pantalón y lo abotonó, luego sacó un pañuelo de us morral y se secó la mano, tomó la mía y estuvimos así unos minutos, luego llegamos a nuestro destino y A. me invita a pasar la noche en su casa, y yo... y yo siempre tan responsable :( le dije que no podía, en realidad tenía una reunión muy muy muy importante muy temprano al día siguiente, y no quería arriesgarme a llegar tarde y le dije:
- "pasemos el fin de semana juntos"
y él me dijo que
- "está bien, mi casa estará sola"
Yy lo monté en un taxi que lo llevara hasta su casa. Yo caminé un rato hasta la mía y me fumé un cigarro, mi mano olía a sexo y yo sonreia :D

7 comments:

Noor! said...

q viajero eres tu amigo jejeje me gustan tus viajes y esas ocasiones...

pikaron portate bien...

Anonymous said...

ah jajajaj pata, tu eres un exhibicionista y lo demas es cuento!!! ufff q excitante tu relatooooo

Anonymous said...

Guao, Pata, hace tiempo que no me monto en una camionetica, pero con esos cuentos me provoca como meterme en una cola a las seis de la tarde para montarme en un recorrido de esos largos a ver qué sucede...
Y me pregunto, en tu caso... ¿Nadie percibiría nada raro? ¿Un movimiento, el sonido del roce? ¿Ni siquiera el olor a sexo, siempre tan delator junto a la expresión culpable que suele aflorar luego de la travesura? Cuenta, cuenta...
¡Ey, y tenemos una experiencia en común, según parece! Una mujer en una camioneta me hizo el favor hace tiempo, en bachillerato... Ja ja! Ni me acordaba de eso... Voy a postearlo...

PeliculasGay said...

Jejejeje que morbo....

...y yo que sigo viajando en metro... :(

El "Dulzor de Ostras" said...

Añoro aquelos viajes de Caracas a cualquier ciudad de Venezuela...

Volveré

Giorgio Pasteur said...

No, si las historias se ponen mejor, es en serio que tengo que ir a Caracas para montar en carrito.

A proposito, feliz día!!

Luisli said...

Foto de infarto hombre!!!